Hoy quería compartir con vosotros un fragmento del libro de Robert K. Cooper: «La mayoría de la gente solo utiliza el 10 % de su potencial. Aprenda a utilizar el otro 90%. «. Dice así:

“Byron escribió: “Los años roban el fuego de la mente y el vigor de los miembros”. Tenía razón en cuanto a que es común ver que la energía decae, la memoria se atrofia y los músculos se marchitan con el paso de los años. Sin embargo, estas pérdidas no están predestinadas. Excepto en el caso de enfermedades crónicas, lo más probable es que si existe cualquier robo de energía se deba a que usted ha dejado de renovarla; si existe cualquier pérdida de masa muscular se deba a que ha dejado de utilizar los músculos; y si existe cualquier desaparición de facultades mentales se deba al resultado de las expectativas convencionales de senectud. Se cree que, al hacernos mayores la mente se va deteriorando irrevocablemente hasta que la persona acaba estancada en una inevitable red de confusión, fragilidad y desesperación. Esta creencia afecta enormemente a nuestro pensamiento, dando como resultado cientos de pequeños pero insidiosos hábitos y elecciones que constituyen nuestra visión de una persona mayor, que pueden moldear su segunda mitad de siglo y hacer que se cumpla la profecía. Después de muchos años investigando este tema, el antropólogo británico Ashley Montagu concluyó que envejecer es, en gran medida, opcional, y aconsejó: “El objetivo en la vida es morir joven… lo más tarde posible.” Los científicos han descubierto que, si se mantienen una serie de intereses intelectuales vivos, un estilo de vida vigoroso, su cuerpo, su mente y su espíritu pueden seguir destapando capacidades ocultas y hay muchas oportunidades de ser tan agudo (o incluso más) con 70, 80 o 90 años que con 20. ¡Estamos diseñados para durar hasta 120 años!.”

Este fragmento me ha ayudado a reflexionar y a sacar mis propias conclusiones:

Intento no creer todo lo que me cuentan. Procuro no dejarme influenciar por aquellos, que aun con buena intención, dicen  que ser mayor es sinónimo de enfermedad o incapacidad. Es importante estar alerta para no dejar que programen nuestra mente, ayudando a planificar una forma determinada de llegar a mayores. Realmente mucho  de lo que influye en como vamos a llegar, depende de nosotros y está muy condicionado por lo que comemos, bebemos, nos movemos y la calidad de nuestros pensamientos y sentimientos. Para ser dueños de nuestros sentimientos tenemos que empezar a vigilar cuales son nuestros pensamientos, comenzar a ser más creativos poniendo la intención de recuperar ciertas facetas de la infancia que aparcamos hace muchos años junto al balón o los patines.

La propuesta para hoy es fomentar nuestra capacidad para aprender, para amar, para reírnos de las pequeñas cosas, para saltar, disfrutar y explorar. Estamos en constante cambio y transformación, lo que significa que no somos la misma persona que éramos hace un año. Si nos abrimos a practicar cosas nuevas y a hacer las de toda la vida de forma diferente, conseguiremos generar nuevas conexiones en nuestro cerebro que revitalizaran su función. De esta forma, nuestro ser comenzará a ser mas capaz, mas inteligente y a sentir mas la vida. Y en ese constante explorar, desafiamos a nuestra mente y a aquellos que tratan de convencernos de que no somos capaces. Hacemos que los sentidos se amplifiquen y nuestro rendimiento aumenta, desacelerando o evitando el envejecimiento tal y como nos lo cuenta Robert K. Cooper en su libro.

A mis alumnos siempre les digo: ¡nos veremos con 100 años practicando Chikung y Tai-chi!

Rescatemos nuestro niño y todas sus capacidades, demos le cabida en nuestra vida y que la alegría nos dé nuevas alas para volar.